Los detectores VLF y PI son los dispositivos más utilizados en la detección de metales. Sin embargo, estos presentan algunas diferencias entre sí. Si quieres acertar con tu detector de metales deberías conocer cuáles son los principales aspectos que los diferencian.
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Las principales diferencias entre el detector VLF y el detector PI
La primera diferencia reside en el nombre: VLF se traduce en Very Low Frequency. Esto significa que estos detectores utilizan una única frecuencia, aunque los sistemas más avanzados utilizan hasta dos.
Estos emplean una tecnología basada en la transmisión y la recepción y, para ello, incluyen dos o tres bobinas dentro del mismo plato. Una de las bobinas es transmisora y genera un campo magnético alterno, mientras que las otras son bobinas receptoras.
Por su parte, PI significa Pulse Induction, es decir que este tipo de dispositivos funcionan con inducción de pulso.
Los detectores VLF suelen ser más populares que los PI, dado que son más versátiles y usados para la detección lúdica. Este tipo de dispositivos pueden distinguir entre diferentes metales, aunque su rendimiento suele verse influenciado por la mineralización del terreno.
Sin embargo, los detectores de metales PI no pueden diferenciar correctamente entre los diferentes tipos de metales pero funcionan mejor en arena mojada o agua salada.
Ventajas e inconvenientes de ambos detectores
Ambos detectores de metales presentan diferentes ventajas e inconvenientes. En cuanto al detector VLF, este es mucho más sensible a las monedas grandes y objetos metálicos, además de resultar mucho más ligero de llevar y económico.
Además, este tipo de dispositivos necesitan mucha menos potencia, y no son tan sensibles a la interferencia eléctrica.
No obstante, el detector de metales VLF es muy ruidoso y no demasiado eficaz en la detección de buceo. Asimismo, existen áreas que este dispositivo no es capaz de manejar ya que la mineralización afecta a la máquina mucho más que a los detectores PI.
Por su parte, los detectores PI, gracias a su inducción de pulso, resultan más efectivos, sobre todo a la hora de detectar en profundidad. Además, éste actúa bien en terrenos altamente mineralizados, algo que permite la búsqueda en este tipo de suelos y en agua salada.
Sin embargo, su utilización se ve muy limitada a la búsqueda en costas, ya que el gasto de batería es importante. Además, estos dispositivos son muy sensibles a los artículos ferrosos más pequeños.
Cuándo elegir el detector de metales VLF o el detector de metales PI
Si tu objetivo es realizar búsquedas subacuáticas, entonces deberás elegir el detector de metales tipo PI. Éste no se verá afectado por el agua salada ni la arena mojada y, por tanto, podrá realizar una mejor búsqueda en el agua.
Si quieres dedicarte a desenterrar pepitas de oro, este detector de metales es el adecuado, ya que los detectores PI están diseñados específicamente para buscar objetos de oro que están enterrados bajo tierra a grandes profundidades.
No obstante, si estás interesado en la búsqueda de monedas u otras reliquias, es recomendable que optes por los dispositivos VLF, sobretodo en terrenos mineralizados.
Otra característica a tener en cuenta es el peso de estos aparatos. El detector de metales VLF resulta algo menos pesado que el dispositivo PI.
En cuanto al precio, un detector de metales PI cuesta más caro que un detector VLF. Es por esto que, si te estás iniciando en este hobby, será más recomendable que elijas el tipo VLF. Si, lo que quieres es realizar una búsqueda más específica y especializada, deberías optar por el detector PI.
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